EL CONTROL DE LAS EMOCIONES
Es evidente que por la multiplicidad de problemas que afectan hoy en día al ser humano directa e indirectamente, se haga mas difícil el control de nuestras emociones. Resulta visible que el manejo de la convivencia al interior de todos los estamentos se vea cada vez mas afectado, debido a la crisis de valores y a los fenómenos socioculturales que influyen radicalmente en el comportamiento de las familias y de las sociedades en general. No es fácil controlar las emociones, pero tampoco imposible. Una señal de ser adultos es poder tranzar con nuestras emociones negativas, dando paso a la respuesta mas acertada en la resolucion de un determinado problema, tratando que su afectación sea lo menos posible. Cada vez que se experimenta una emoción se involucran una serie de cognisiones, creencias y comportamientos que permiten la interiorización y la exteriorización de un problema, dando como resultado la orientación a la respuesta de la misma. Es importante que nos hagamos un análisis introspectivo para darnos cuenta, hasta que punto somos capaces de manejar una determinada situación o que esta nos haga perder el control; evidentemente en este caso se hace urgente el manejo de la empatia, para evitar que se agrave la situacion y que no tengamos que arrrepentirnos de nuestros actos. Las consultas de los hospitales y centros de salud se han incrementado, ya que las personas presentan agudos cuadros de estrés y nervios, donde se hace necesaria la medicación y la orientación psicologica. No todas las personas afectadas son pasivas y este descontrol permite tragedias, muertes, violencia; y tal ha sido el impacto de este fenómeno en los últimos años, que la Organizacion Mundial de la Salud, la ha considerado una amenaza contra la salud pública y ha afirmado que supera la tasa de las enfermedades infecciosas alrededor del mundo. Se hace impresindible que tratemos de manejar nuestros problemas, sin que estos afecten nuestra salud. Como no podemos evitar que estos sucedan, tenemos que aprender a canazalizar nuestras emociones, para dar una salida acertada, en cada situación que se nos presente. Tratemos siempre el problema, analizandolo, hablando con personas que puedan ayudarnos; pero sobre todas las cosas, estemos siempre dispuestos a resolverlos sin agresividad.